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domingo, 14 de novembro de 2010

qharillatak... warmiñatak?

La evolución nos ha estampado de modo tal que nos punza querer asumir el papel del género opuesto. Antes de ser hombre y mujer ya éramos macho y hembra y de esto deben ser millones de años.


El trayecto durante este morrocotudo tiempo enseñó a la mujer a sentir, desarrolló el área de su cerebro que percibe los detalles en sus alrededores con excelsitud, el hombre sin embargo fue adiestrado a luchar contra la naturaleza de forma más pragmática, a alimentar a los tiernos de su clan, de su especie con ejecuciones expeditas, sin mucho merodeo en los pormenores ni en los hondos sentimientos.


Me atrevo a decir que los múltiples orgasmos femeninos sean el resultado de esto, la mujer sabe sentir, sabe amar profundamente, sabe odiar intensamente, su centro límbico le facilita estas acciones aunque las perversas hormonas la turben. El hombre tiene un único y grotesco orgasmo comparado con la mujer. Para complementar esta falta se deleita con ficciones; planificando nuevas conquistas y sintiendo que es el macho posesor; parece a veces mero proveedor de placer femenino.


Otro contubernio ajeno a esto es el hecho que algunas féminas no consigan tener el placer que la naturaleza les ha dispuesto; potencial tienen.


La sociedad moderna que le pretende a la mujer un lugar cabalmente igual al hombre y contrapuesto a su propia naturaleza les causa desconcierto y dolencia y nos priva de madres abnegadas ya que estas tienen que correr cual si fueran también “acechadores de recursos”.


El levantamiento de reproches contra la sociedad machista era de esperarse. Un hombre que no cumple adecuadamente con la“estipulación natural”, con su función en la colectividad y se adjudica jocosamente el papel de machote causa inquina en el sexo opuesto y más aun en aquellas feministas solteronas, escasas de amor másculo, de pasión varonil.


Al leer la historia de nuestro orbe veo que el hombre ha desarrollado múltiples caprichos, la mujer lo ha consentido; el hombre ha desarrollado su egolatría, la mujer lo ha admitido, muchos hacen planes, toman decisiones y luego piden a sus mujeres que se preparen para tal evento. No conozco esposas que hagan lo mismo.


El mundo de la forma que conocemos ha encasillado a los géneros de forma tal que subordinados somos el uno al otro; pero cuando uno de ellos opta por tomar la posición del otro, brota el aprieto,


Conozco altas ejecutivas en la IBM, llenas de poder y peculio. Toda vez que departimos sobre hijos y familia se acongojan y algunas narran los pormenores de su negligencia, en muchísimos casos la guasa es que la empleada dueña de casa y madre de los hijos es y esto talvez ni pulla sea.


No me opongo a que la mujer asuma cargos de alta extensión, sólo manifiesto que no es tan fácil para ella tener que lidiar contra tanto macho caprichoso sin que ella tenga que adoptar la postura de otro macho feroz. Ella es sensible, los machos son fríos y mañosamente estratégicos, ella tiene nobles ideales que no cuentan en el mundo práctico de los negocios, ella quisiera ser maternal, caritativa, generosa, clemente pero es forzada a la inclemencia ensanchada porque tiene que imponerse ante sus refractarios másculos y ante ella misma para demostrarse que es competente.


Todo esto es atosigante. La noble mujer que aprendió a amar no tiene más tiempo para amar, aprendió a deleitarse con múltiples orgasmos, no tiene más argumentos límbicos para tal. Nuestro hermoso complemento natural esta cambiando de una forma ajena a lo que estipula el convenio natural, el pábulo de nuestra alegría y placer se está enfriando, porque no hemos sabido dignificar su labor maternal, hemos desprestigiado su lugar en la sociedad, la hemos hecho servil, mediocre; nuestra indiferencia ha hecho que ella quiera tomar nuestro lugar y en muchos casos nos supera...


En afán de acabar con esto, en muchos casos nos supera... pero aún es un ser sensible, inseguro, dependiente de la aprobación del marido, del amigo hombre, del padre, del hijo, etc... Aún es deseo de toda mujer tener un hijo varón y al nacer éste millones de mujeres modernas lo adulan y hacen de él un tirano, engreído que a su vez lastimará a otra mujer...


Difícilmente una mujer respeta a otras. En muchos casos oí que todas las ex son putas en opinión de la actual mujer...


Hay más pero no es bueno abusar del tiempo ajeno...